Nicolle Paz y Alejandra Piedrasanta no solo conocen pormenores de la Ingeniería en Ciencias de Alimentos para la creación de un producto. Con la experiencia que obtuvieron al presentar su megaproyecto Shika, sopa instantánea sabor gallina, consideran que han abarcado áreas de investigación como el mercadeo y la antropología.
Nos reunimos en la Planta Piloto de Innovación Alimentaria y Nutricional para que nos hablaran de su proyecto y esto nos compartieron.
De proyecto a tesis
El proyecto Shika inició como un reto. Gracias a la estrategia de vinculación de Universidad del Valle de Guatemala (UVG), una empresa de alimentos se acercó al Departamento de Ingeniería en Ciencias de Alimentos. Su objetivo era desarrollar un proyecto a partir de un excedente en la población de gallinas de la compañía.
Con esto en mente, se propuso crear una sopa instantánea sabor gallina. Por ello, lo primero que ambas estudiantes efectuaron fue una investigación de mercado, buscando tendencias, visitando supermercados y tiendas de barrio y, más que todo, ser observadoras.
Hallazgos
Las futuras ingenieras Paz y Piedrasanta se percataron de que la canasta básica de Guatemala integra la sopa instantánea. Luego entrevistaron a miembros del nivel socioeconómico C y D para conocer sus hábitos de consumo. A raíz de ello, lograron determinar ¿Qué es lo que quiere el consumidor del producto? y así formular el producto con las características solicitadas; las cuales se resumieron en dos puntos específicos:
- Alto porcentaje en proteína y bajo porcentaje de sodio (25% menos de sodio)
Además, sustituyeron el duroport por el cartón para el envase y prepararon la estrategia de comunicación y mercadeo. Teniendo al final su slogan: Shika, más sabor y menos sal.
Reto personal
Para Nicolle Paz y Alejandra Piedrasanta, este proyecto no es solo investigativo y científico sino personal. Ambas se dieron cuenta de que la investigación fuera de las aulas de UVG se vuelve enriquecedora para su carrera profesional. Las futuras ingenieras lograron superar diversos retos para realizar las encuestas en la calle, en municipios del interior del país y entablar conversaciones con distintos segmentos de mercado.
“Este proyecto incluye mucho de nosotras. Es mucho sobre psicología del consumidor. Al final, como ingenieras debemos tratar directamente al consumidor para saber lo que quiere”, Alejandra Piedrasanta.
Experiencia laboral
La ingeniera Vany Argueta, catedrática de Emprendimiento e Innovación, explica que el reto constante es atraer a empresas para hacer investigación y desarrollo en conjunto. Esto beneficia a los estudiantes con aprendizaje práctico y real. Gracias al interés de la compañía, las alumnas obtuvieron un seguimiento de parte de la empresa que les permitió entender qué buscan alcanzar las empresas cuando desarrollan un nuevo producto.
A la vez, la empresa compartió información con ellas sobre costos, metodologías y proveedores para desarrollar sus análisis. Esto se resumió en acompañamiento y mentoría cada tres semanas. De esta forma, las estudiantes tuvieron una experiencia real de trabajo.
Nicolle y Alejandra trabajan viabilidad y rendimiento del producto en la Planta Piloto de Innovación Alimentaria y Nutricional, en el Centro de Innovación y Tecnología (CIT-UVG). Próximamente presentarán el producto Shika, sopa instantánea sabor gallina, al cliente final. Ambas son ejemplo de ingenieras en Ciencias de Alimentos que colocan el conocimiento al servicio de la sociedad y de la industria. Si deseas conocer más de la carrera de Ingeniería en Ciencias de Alimentos, ingresa al portal de Admisiones UVG.
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