Katherinne Herrera es una alumni UVG, egresada de la Licenciatura en Bioquímica y Microbiología, de Universidad del Valle de Guatemala (UVG). Su viaje por el mundo de la ciencia comenzó cuando tuvo acceso a un microscopio en su colegio. Con él, tuvo la oportunidad de explorar el fascinante universo de la microbiología. Desde entonces, supo que su pasión era la investigación en laboratorio, y decidió estudiar esta carrera en UVG.
Hablamos con ella por haber sido nombrada una de las 100 mujeres más poderosas de Centroamérica, según la Revista Forbes. En esta edición, la publicación destaca su liderazgo en la Asociación Guatemalteca de Ingeniería y Ciencias Espaciales. También resalta la investigación de Katherinne en las áreas de microalgas, microbiología espacial y aracnología y su trabajo en el proyecto BioServe Espace Technologies, financiado por la NASA.
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Su interés por la ciencia no se limitaba a la microbiología. Un curso de Introducción a la Astronomía, impartido por el Dr. Eduardo Rubio-Herrera, encendió su curiosidad sobre el espacio. En su segundo año de universidad, tuvo la oportunidad de trabajar en un proyecto científico en el curso Introducción a la Biología Molecular.
Proyectos de impacto
Motivada por su deseo de entender cómo se comportan los microbios de la Tierra en el espacio, Katherinne comenzó a investigar sobre biología espacial. Pronto contactó al Dr. Luis Zea, quien la alentó a investigar sobre esta área y formular su pregunta central: ¿Cómo prevenir que los microbios sean peligrosos para los astronautas?
Para este estudio necesitaba un simulador de microgravedad, pero se dio cuenta de que el costo era prohibitivo. Determinada a encontrar una solución, se unió a su amigo Freddy España, quien cursaba la carrera de Ingeniería Mecatrónica en UVG. Juntos diseñaron un simulador de microgravedad accesible y funcional. El resultado fue un equipo que demostraba cómo el crecimiento de un hongo se alteraba en condiciones de microgravedad, lo que tenía implicaciones importantes para la investigación espacial.
Con este equipo, Katherinne logró realizar su primera investigación sobre el uso del orégano para inhibir el crecimiento del hongo que causa la infección por candidiasis, bajo microgravedad simulada. Este estudió les abrió la posibilidad a ella y a Freddy España de trabajar en un proyecto financiado por la NASA, en los laboratorios BioServe Space Technologies, de la Universidad de Colorado Boulder. Además, las muestras con las que trabajó Katherinne fueron llevadas a la Estación Internacional Espacial (ISS, por sus siglas en inglés). Estas pertenecieron al proyecto Space Biofilms.
Del laboratorio al emprendimiento
Después, ambos jóvenes crearon su propia empresa para comercializar estos simuladores: Verne Technologies. Este emprendimiento para el sector espacial logró demostrar que el mercado de este equipo no son grandes empresas, sino estudiantes que tienen las ganas de entrar al mundo de la ciencia y se ven limitados por los recursos económicos. Por ello, su eslogan es “Ciencia y tecnología para todos”.
Su emprendimiento tiene licencia gratuita; es decir, es posible descargar los planos para crear el propio simulador. Por ello, han sido invitados a presentar y compartir su emprendimiento con organizaciones como Fundación Sidonea (Colombia) y Fundación Sideralis (Ecuador). Con ello, han promocionado la ciencia espacial en jóvenes estudiantes, quienes se impresionan de cómo cambia la gravedad en una pequeña máquina. Sus simuladores no solo tienen aplicaciones en la investigación espacial, sino también en agricultura y biocontrol, así como en el desarrollo de nuevos tratamientos para el cáncer y medicamentos.
Incursión en más campos
Katherinne también ha sido parte de proyectos innovadores como el taller de microbiología espacial, que ha impartido en distintas universidades. En 2020, fundó la Asociación Guatemalteca de Ingeniería y Ciencias Espaciales (AGICE). Con ella ha participado por segunda vez en el Congreso Astronáutico Internacional (IAC), el evento espacial más importante del mundo. Además, presentó su tesis en el Congreso Internacional de Astronáutica, en Dubái.
Por otro lado, Katherinne busca aprender más. En el futuro, quiere comenzar una maestría en biología molecular para descubrir otras áreas. También comenzará una investigación sobre leucemia para generar vacunas en la Universidad de Montreal. Su sueño es utilizar la ciencia para mejorar la calidad de vida de las personas, asegurándose que sus investigaciones beneficien a la sociedad.
“Quiero que la gente use la ciencia y sea beneficiada por lo que estoy desarrollando”, concluye Katherinne, una joven científica que continúa abriendo puertas en el mundo de la investigación y el emprendimiento. Si te identificas con Katherinne y quieres estudiar la Licenciatura en Bioquímica y Microbiología en UVG, haz clic en el enlace.
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