Es importante comprender el ciclo hormonal de la mujer, ya que tiene un impacto significativo en la salud general. Además, reconocerlo y entenderlo es fundamental no solo para la salud diaria, sino también para minimizar y reducir los efectos durante la transición a la menopausia. El Departamento de Nutrición, de Universidad del Valle de Guatemala (UVG), con el objetivo de ofrecer el conocimiento al servicio de la sociedad realizó el curso Nutrición y Salud Hormonal de la Mujer. Este curso está a cargo de M. Sc. Lilian Figueroa, master en Nutrición y Salud Hormonal de la Mujer, y la ginecóloga Dra. Carolina Ortiz.
En este curso se habló sobre cómo la alimentación juega un papel esencial en la salud hormonal femenina. Los nutrientes adecuados son imprescindibles para la síntesis y regulación de las diferentes hormonas, lo cual contribuye a mantener el equilibrio del ciclo menstrual y el funcionamiento general del cuerpo. De esa forma, se promueve un bienestar integral. Además, una nutrición adecuada puede prevenir la aparición de enfermedades crónicas y preparar el cuerpo de la mujer para un posible embarazo en cada ciclo menstrual.
Ciclo menstrual
El ciclo menstrual y sus cambios hormonales también influyen en el comportamiento alimentario. Durante el ciclo, hay variaciones en las sensaciones de hambre y saciedad, así como en los requerimientos de ciertos nutrientes. La M. Sc. Lilian Figueroa indica que es importante aprender a reconocer estos cambios, tanto para los profesionales de la salud como para las mujeres, ya que permite una alimentación más coherente e intuitiva que respete la ciclicidad biológica propia de la mujer.
Por otro lado, la mayoría de los nutrientes son importantes para ayudar a regular las hormonas. Una alimentación que cumpla con los requisitos de ser saludable, balanceada, suficiente, variada y completa asegura cubrir los requerimientos de todos los nutrientes que se necesitan para una adecuada regulación hormonal.
Alimentos clave en la dieta femenina
La M. Sc. Figueroa indica que los alimentos que deben estar presentes en la alimentación durante las diferentes etapas de la vida de la mujer son:
- Proteína: puede ser animal y vegetal. Lo mejor es que sean lo menos procesadas posible. Estas pueden ser lácteos, huevos, carnes de todo tipo, legumbres y frutos secos.
- Carbohidratos: todos aquellos que en su producción han llevado el mínimo de procesamiento posible, como granos enteros, tubérculos y harinas integrales. Además, leguminosas como frijoles, garbanzos y lentejas.
- Grasas saludables: aseguran el aporte de los ácidos grasos esenciales. Pueden ser a partir de pescados grasos, aceite de oliva, aguacate, semillas oleaginosas y aceites vegetales de poco procesamiento.
- Frutas y vegetales: aportan fibra y micronutrientes esenciales para cada etapa del proceso de síntesis y regulación hormonal. Para asegurar el aporte de los diferentes micronutrientes es recomendable incluir una variedad de colores de cada uno de estos alimentos.
- Fitoestrógenos: son un tipo de compuestos presentes en ciertos alimentos de origen vegetal que tienen la capacidad de modular los niveles de estrógenos en el cuerpo. Estos compuestos se encuentran principalmente en alimentos como soya, linaza y leguminosas.
Consecuencias de una mala alimentación
Una alimentación desequilibrada y continuada en el tiempo puede llevar a una desregulación del ciclo menstrual y de la síntesis hormonal. Este tipo de alimentación no asegura el aporte adecuado de todos los nutrientes esenciales en las cantidades justas que el cuerpo requiere. Por lo tanto, puede ocasionar insuficiencia o exceso de calorías consumidas y déficit nutricional.
La M. Sc. Figueroa expone que un consumo elevado de grasas trans y grasas saturadas, que se incluyen en alimentos procesados o en comida rápida, puede elevar la producción de estrógenos, dietas altas en azúcares y carbohidratos refinados. Esto puede alterar los niveles de glucosa e insulina. Además, afecta el equilibrio hormonal y aumenta el riesgo de resistencia a la insulina, estados prediabéticos y diabetes.
Además, un ciclo menstrual desregulado puede manifestarse de diferentes maneras: irregularidad menstrual, sangrados escasos o abundantes, dolores o síntomas premenstruales intensos. La práctica de una alimentación desequilibrada acompañada de un estilo de vida poco saludable puede llevar a que la mujer experimente alteraciones más serias en su ciclo menstrual como amenorreas, síndrome de ovario poliquístico, hiperestrogenismo o endometriosis.
Dado que la alimentación influye en la calidad de la salud en distintas etapas de la mujer, es importante el trabajo de los nutricionistas y su conocimiento en a salud endocrina. Por ello, este curso se brinda a estudiantes de Licenciatura en Nutrición de UVG, en su malla curricular de su carrera. Este curso, además, está abierto a profesionales de la salud interesados en este tema a través de los cursos de Educación Continua. Estos son talleres o diplomados de distintas áreas que permiten ampliar tu carrera profesional y continuar tu educación. Si deseas saber más de este curso, escribe a M. Sc. Ana Isabel Rosal, directora del Departamento de Nutrición de UVG al correo electrónico: anarosal@uvg.edu.gt
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