Por Guatemala
Los últimos meses han sido muy complicados para todos, debiendo hallar fórmulas que permitan cuidar la salud y proteger la vida de las personas, mientras se logra mantener la economía a flote. ¿Cómo asegurar el bienestar general sin comprometer las opciones de empleo y de generación de ingresos de las personas y de las comunidades? ¿Cómo retomar nuestras vidas con normalidad? Se trata de un equilibrio muy delicado, que permita no quebrar al país, mientras que se protege la salud de los habitantes. En términos generales, nuestro país ha ido saliendo adelante y ha podido guardar, con algunos altibajos, el balance requerido. Sin embargo, para que el proceso se complete satisfactoriamente, es urgente caminar con celeridad en una estrategia integral de recuperación y prevención, que solamente se logrará mediante una vacunación masiva. En este aspecto, otros países han dado pasos firmes y de gran impacto. Debemos aprender de ellos.
Varios sectores se han pronunciado en este sentido, alertando al gobierno sobre la importancia de poner el pie en el acelerador y avanzar más eficientemente en los esquemas de vacunación. Han planteado al Presidente varias propuestas, incluido un esquema basado en el modelo de voluntariado que da soporte a los procesos de elecciones generales. Se trata de una cruzada nacional para vacunar en el corto plazo a ocho millones de guatemaltecos. Esta ruta haría que en dos días las personas acudan a los “centros de votación” a los que irían ordinariamente a emitir su sufragio, pero esta vez a vacunarse. Sería un proceso georreferenciado, en el que el DPI emitido por el RENAP sería el pase para vacunarse, convocándose a todas las personas en jornadas de dos días. La “segunda vuelta”, un mes después, sería para repetir el proceso para la administración de la segunda dosis de la vacuna.
Bajo el lema “Donde voté, me vacunaré”, la idea es aprovechar un proceso con el que los ciudadanos ya están familiarizados. Quienes han tenido una larga experiencia de servicio en procesos electores afirman que es posible implementar la estrategia, que requeriría reclutar a unos 60,000 voluntarios, entre estudiantes, maestros, profesionales y miembros de la comunidad. Es una tarea titánica que movilizaría a todo el país en el corto plazo, debiéndose contar con todos los ingredientes para echarlo a andar: vacunas, hieleras, recipientes desechos, guantes, gazas con alcohol, mascarillas y protectores, entre otros insumos. Además, disponer de equipos de emergencia y ambulancias para acompañar a los centros. Un proceso que requerirá del apoyo de salubristas, rotarios, aeroclub, FUNDESA, universidades, empresarios y líderes locales, para mencionar algunos.
Quienes impulsan esta Cruzada han planteado todo un esquema de organización bajo la vigilancia de un consejo de notables, un comité ejecutivo, juntas departamentales, juntas municipales y centros de votación. Lo cierto es que muchos ciudadanos, organizaciones y sectores han manifestado su disposición a colaborar. Este proceso no puede diferirse más, pues urge avanzar con velocidad para la protección de las personas. Obviamente, el tema requiere del aval y del liderazgo del Organismo Ejecutivo para implementarlo. El Presidente de la República y las autoridades de salud han afirmado que pronto comunicarán a la población las medidas que se impulsarán para agilizar la vacunación de la población. Todos estamos atentos al asunto. Una efectiva gestión de la vacunación nos permitirá salir adelante.
Te podría interesar
Así vivimos la cultura maker en el regreso al Campus Central UVG