Curanderos

Curanderos

Importante rol durante la pandemia.
 
Sin duda, es una época muy demandante para todos. Además de mantenernos atentos, debemos acoplarnos a condiciones fluctuantes. Una semana pareciera que las cosas van retornando a una relativa normalidad y a la siguiente los casos de coronavirus se disparan, ocasionando nuevas restricciones. Tan pronto como las personas bajan la guardia, los contagios se salen de control. Sin embargo, aun con el temor de salir a la calle, muchos sueñan con un paulatino retorno al ambiente al que estaban acostumbrados. Los papás desean regresar a jornadas laborales presenciales y que sus hijos puedan ir a la escuela o al colegio. Añoramos nuestra “vida anterior”.

Las últimas semanas han sido particularmente complicadas con el surgimiento de nuevas cepas. Cada quien trae a colación ejemplos cercanos: Mi abuelito está muy delicado. A ver cómo sale mi PCR. Algunos de sus compañeros tienen síntomas y parece que cerrarán el colegio. Pese a estar vacunado resultó contagiado, pero ha tenido pocas molestias. Su hermano no creía en la vacunación y perdió la lucha contra el coronavirus. Sólo ayer, tres de mis pacientes resultaron positivas, dice el ginecólogo, clamando porque las personas se cuiden. Estamos expuestos a enormes y constantes presiones, por lo que necesitamos apoyo para cuidar tanto nuestra salud física como la mental.

En un artículo reciente de Inside Higher Ed, la psicóloga Annmarie Caño afirma que en la actualidad los líderes deben ser curanderos, no sólo porque estamos en medio de una pandemia global, sino porque seguimos enfrentando una crisis que ha ocasionado grandes daños a las instituciones y a las personas que sirven. La coyuntura ha venido a complicar los problemas financieros, familiares y de otra índole que las personas ya encaraban antes. Aunque en su carrera profesional le ha tocado orientar a personas y parejas que enfrentan dificultades, Caño dice que en su papel actual como decana de una universidad durante esta crisis se ha dado cuenta que los principios de sanación pueden transferirse a muchos aspectos de su trabajo.

La autora señala que la metáfora del “curandero” delimita seis destrezas específicas que los líderes efectivos pueden practicar para ayudar a sanar a quienes les rodean. Observar y evaluar. Prestar atención tanto al lenguaje verbal como al no verbal para comprender la situación, malestares y temores que enfrentan las personas, así como captar la dinámica e interacciones del grupo. Tener una mejor perspectiva de las cosas que energizan y estimulan a las personas y de cuáles las desalientan. Validar a los demás. Antes de brincar a conclusiones y traer a la mesa propuestas para resolver los problemas, es importante construir confianza, dar espacio para que las personas se sientan comprendidas y perciban que existe un interés genuino en aprender y apoyarles.

Cotejar el estado de bienestar. Estar disponible y propiciar espacios de comunicación para que las personas compartan sus perspectivas, emociones, sueños, retos y ansiedades, así como para que conozcan mejor a su líder. La cercanía abona a fomentar un espíritu de comunidad. Construir un equipo inclusivo y empoderarlo. Abrir espacios libres de participación para que los miembros de la comunidad puedan involucrarse, tener voz y aportar ideas. Buscar soluciones integrales, que más allá de atender los problemas puntuales, ayuden a propiciar condiciones sistemáticas de bienestar para todos. Promover tu propia sanación. Finalmente, Caño indica que un líder que no se cuida a sí mismo no puede contribuir adecuadamente al equipo.

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Last modified: 22/11/2021

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