Andrés Novales, el mejor fotógrafo latinoamericano de vida salvaje

Andrés Novales: “Cuando estoy en la selva, soy solo yo, mi cámara y los animales”.

La vida de Andrés Novales es muy parecida a su infancia, en la que exploraba la naturaleza y jugaba al aire libre en la casa de sus abuelos. Pero hay cosas que han cambiado, a sus 22 años, es estudiante del cuarto año de la Licenciatura en Biología en la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) y fotógrafo de vida salvaje.

Actualmente, Andrés no solo explora el patio del hogar en donde creció, sino que viaja alrededor del mundo para concientizar a través de sus fotografías. Su meta es educar a otras personas sobre la importancia de la conservación de la naturaleza. El año pasado, ABC Earth, un medio de difusión de naturaleza, cultura y turismo, lo eligió como el mejor fotógrafo latinoamericano de vida salvaje.

“Tuve una infancia muy bonita y estar afuera fue lo que me enamoró e impulsó para hacer lo que hago hoy”.

Sus inicios en la fotografía

Todo empezó cuando, al graduarse del colegio en 2014, asistió a un Congreso de Herpetología, en Costa Rica. “Fui solamente con mi teléfono y luego de trabajar con animales y ver lo que los fotógrafos hacían en la selva fue cuando supe que, en serio, quería dedicarme a tomar fotografías profesionales a animales”.

Esta experiencia lo llevó a comprar su primera cámara, pero la transición no fue sencilla. “Empecé con una cámara básica, pero pasé como un año tomando fotos en automático y después vi que podía obtener mejores resultados. Entonces me compré una mejor cámara”. En ese momento, decidió que nunca más iba a tocar el botón de automático y empezó a aprender con la dinámica de prueba y error.

Fotografiar para educar

Desde esos primeros pasos, Andrés ha recorrido un largo camino en la fotografía. Actualmente, ha visitado casi toda Guatemala para fotografiar animales en reservas naturales y parques protegidos. Sus especies favoritas son los reptiles y los anfibios, pero afirma que su sueño es fotografiar a un jaguar.

“La región a la que más cariño le tengo en Guatemala es a Alta Verapaz y Baja Verapaz, son impresionantes, desde bosques secos hasta bosques nubosos y tropicales”.

Por su gran alcance, el canal que Andrés utiliza para concientizar y educar son las redes sociales. Ahí muestra su trabajo y brinda información sobre cada especie, por ejemplo: su nombre, hábitat, características físicas, comportamiento y datos de conservación.

De las especies que ha compartido, ha sobresalido la víbora de árbol venenosa «bothriechis aurifer», que fotografió en Purulhá, Baja Verapaz. Asimismo, el heloderma, presente en el Valle del Motagua, el cual es muy difícil de avistar.

Además, comparte su material fotográfico para contribuir con programas de protección y ha dado charlas sobre la fauna guatemalteca. En junio de 2019, participó como expositor en el Simposio Internacional de Herpetología, en Belice, en donde brindó una charla sobre los reptiles y anfibios del bosque nuboso de Guatemala.

Andrés ha viajado a Honduras, El Salvador, Colombia, Perú, Brasil y Costa Rica, en donde observó a la amenazada rana lémur. De todos estos lugares, recuerda, ir al Amazonas en donde vivió una experiencia nueva. “Pude tomar fotos de reptiles, delfines de río, cinco especies de monos y de todo tipo de loros. El Amazonas fue un sueño para mí”.

Más allá de las fotografías que todos vemos, hay una vivencia que hace única cada toma. Andrés dice que, para obtener una foto, a veces debe acampar durante varios días rodeado de nada más que la naturaleza. En esos momentos no hay luz ni comodidades, pero están las experiencias. Estas son necesarias para encontrar y ver las especies más raras.

“Cuando estoy en la selva tomando fotos, para mi no existe nada más, soy solo yo, mi cámara y los animales. Nada más influye, es una conexión muy personal”.

Acerca de su fotografía más extrema, Andrés dice que no puede evitar recordar a los caimanes que fotografió en El Amazonas. “Siempre me preguntan si siento miedo y justo hace un par de días me topé a un puma, de noche, frente a frente, y sí da un poco de temor, pero para mí es más una sensación de emoción que le gana al miedo”.

 

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La biología como la esencia de su trabajo

La formación como estudiante de biología ha ayudado a Andrés a retratar mejor a los animales porque le permite saber en dónde buscarlos y conocer su comportamiento. “Estar en UVG me ha motivado a abrir mi mente y a explorar los lugares a los que puedo ir y a las especies a las que puedo fotografiar”. Anteriormente, el estudiante también cursó un diplomado especializado en animales exóticos, en Barcelona.

Una de sus metas para el futuro es incursionar en la producción de video, pues la ve como una oportunidad de captar aún más la atención de las personas. El enfoque seguirá siendo el mismo: la educación sobre la conservación en Guatemala.

¿Quieres seguir de cerca su trabajo fotográfico? Encuéntralo en Facebook e Instagram como Andrés Novales Wildlife.

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Last modified: 04/11/2021