¿Qué lecciones dieron a sus maestros?
Los últimos dos años introdujeron enormes cambios en nuestras concepciones y en cómo hacemos las cosas. Hace poco pregunté a un grupo de profesores de la Universidad del Valle de Guatemala qué habían aprendido de sus estudiantes durante la pandemia. La nube de palabras construida con sus mensajes habla de adaptación, tecnología, resiliencia, comunicación, empatía, interacción y aprendizaje. Algunos señalaron la forma en que reaccionaron a las condiciones imperantes y sobre su capacidad de moldearse a las exigencias del momento. Otros opinaron acerca de lo que les hizo falta en este período.
Diego comenta que el distanciamiento impidió a los jóvenes socializar como hubieran querido. Isabel señala que enfrentaron grandes desafíos, pero respaldados por sus familias y con espíritu de servicio, extendieron la mano a quien lo necesitaba y compartieron sus aprendizajes y experiencias con sus comunidades y con los miembros de UVG. Para Pedro Manuel fue exigente mantener la atención, pues a los jóvenes les gustan actividades donde interactúan unos con otros. Carmen menciona que la mayoría necesita contacto humano y no solamente a través de una pantalla. Maricruz aprendió que todos pasamos por situaciones difíciles, pero que podemos levantarnos y superar las adversidades.
Ana Silvia comenta que los estudiantes tienen diferentes retos que enfrentar, pero que todos quieren aprender. Víctor Hugo resalta que son capaces de adaptarse a algo duro, pudiendo estar sentados frente a la computadora varias horas al día. Fernando notó que sus estudiantes de la costa sur deseaban regresar a clases presenciales y convivir con sus compañeros. Rita menciona que también se dieron cuenta que el contacto con el docente es importante. Karin confirmó lo importante que es para sus estudiantes sentirse acompañados y su necesidad de una conexión emocional con sus pares y con sus docentes. Xiomara se percató que tienen muchos roles, no solo estudiar. Patricia comentó que todos quieren sentirse queridos y aceptados.
Los estudiantes aprecian y agradecen la dedicación de sus docentes en tiempos inciertos. Ana Luisa y Jorge Carlos reconocen que necesitan guía y apoyo emocional para integrarse a un mundo exigente. Maria Isabel comenta que algunos padecen enfermedades, problemas económicos y situaciones familiares difíciles. Ceci resalta que la confianza y la comunicación fueron vitales, pues los estudiantes se abrieron a contar sus miedos y ansiedades, lo cual le permitió comprenderlos desde esa parte emocional. Carla e Ingrid indican que la empatía ayuda a todos a seguir adelante.
Leslie se dio cuenta de que los estudiantes presentaban necesidades diversas. Rony descubrió que los estudiantes están más preparados para nuevas tecnologías y se adaptan más rápidamente a los cambios de lo que se hubiera imaginado. Nancy Maribel y Luna aprendieron a dar clases en línea gracias a la solidaridad y respaldo de sus estudiantes, quienes se convirtieron en sus mentores. Ana Alicia menciona que los jóvenes son generosos con sus conocimientos, fueron pacientes y tolerantes con los ajustes de los cursos, mostraron sus emociones y pidieron ayuda.
Pamela encontró que las preguntas y comentarios de sus estudiantes le motivan a aprender e investigar cada vez más en las diferentes temáticas. Fernando trata de ser muy empático y en sus clases usa un sistema de reflexiones semanales para entender mejor qué funcionó bien en el salón de clases y qué cosas no dieron resultado. Angie tuvo suerte de conocer chicos muy dedicados y resilientes. A pesar del contexto personal que estuvieran viviendo se conectaban a sus clases y hacían sus tareas. En fin, durante la pandemia los jóvenes dejaron múltiples lecciones a sus maestros, las cuales les servirán en los años venideros.
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