El licenciado Roberto Moreno es el actual Rector de la Universidad del Valle de Guatemala. Dejando de lado sus grandes contribuciones en el campo de la educación, hoy conoceremos más sobre su carrera como escritor.
Tras el lanzamiento de su libro El cielo no es el límite parte 1 y 2, miembros del departamento de la Licenciatura en Comunicación y Letras, organizaron un conversatorio como parte de la serie Escritor del Mes, en el cual varios estudiantes tuvieron la oportunidad de conocer el lado creativo y literario de nuestro rector.
Acá te mostramos parte de la conversación que tuvo el Lic. Moreno con los estudiantes:
¿Cómo nacen sus columnas de opinión?
En 2004, recibí una llamada de mi estimado amigo José Rubén Zamora para invitarme a escribir algunos artículos para El Periódico. Ese primer año aparecieron unas quince columnas. A finales de 2005, el ejercicio se transformó en una rutina semanal. A la fecha, he escrito más de 600 artículos. En 2016, con ocasión de la celebración de los 50 años de UVG, se publicó un primer tomo impreso, que incluye 50 de mis escritos. Este año UVG imprimió un segundo libro, que contiene otros títulos más. Ahora, gracias a la Editorial Universitaria, ambos pueden ser bajados como eBooks desde la página de la UVG.
¿Por qué nace su interés por escribir?
Porque quiero hacer un llamado a no desconocer los problemas sociales, pero más que eso, quiero invitar a unir fuerzas y así lograr aportar tanto individual como colectivamente a nuestro país y al mundo.
¿Cómo logra ordenar sus ideas al momento de escribir?
Al iniciar, intento involucrar al lector en el tema. A veces, en lugar de presentar la situación, lanzo una serie de preguntas que permiten reflexionar en términos generales. Luego entro a tratar el tema y finalmente trato de cerrar con una invitación a la acción.
“Intento que de alguna manera no quede el sentimiento del problema, sino que el lector se involucre y haya algún cambio.”
Debido a que toma muy en cuenta la opinión de su esposa, ¿qué tanto influye esa opinión para realizar cambios a sus textos?
En primer lugar, es una colaboración que valoro mucho, no es algo cajonero. Normalmente, las sugerencias que me da mi esposa son bien recibidas, porque es alguien a quien le tengo mucha confianza, y porque creo en su capacidad, ella en lo personal, es mucho mejor escritora que yo.
Dejando de lado el tema de educación, ¿cuáles son los temas que más le gustan para escribir?
En mi familia, muchos tendemos a ser muy reservados, muchas veces preferimos hablar de otros temas que de los asuntos más íntimos y personales.
Las columnas que más me han tocado, son aquellas en las que me doy permiso de salir de esa reserva personal y busco tratar temas que tienen que ver con asuntos que no comparto como mi familia.
En algunos temas han tenido que ver con mis hijos, mi esposa, y la partida de mis papas y de mi suegro. Son temas más personales.
“Muchas veces los lectores se sienten más cercanos porque son cosas de las que normalmente no hablo.”
¿Cómo selecciona los temas que abordará en su columna de opinión semanalmente?
En algunos momentos, son temas que con anterioridad fui guardando y que ya los tenía en la mente, y en otras ocasiones, veo dentro de la universidad y utilizo ciertos acontecimientos que van surgiendo a mi alrededor.
¿Cómo maneja la crítica?
La crítica no siempre es sencilla. En algún momento, dentro de la columna de opinión existía la posibilidad de escribir comentarios por parte de los lectores en la edición en línea. A veces los comentarios eran muy favorables, y otras veces no.
Una de las personas más afectadas por esos comentarios fue mi hijo, a él le costaba asimilarlos, a mí me costaba menos porque no los leía.
Al terminar el conversatorio, el licenciado Moreno, lanzó una invitación a los estudiantes para escribir junto a él su columna de cada viernes. Con una sonrisa motivante y el libro El cielo no es el límite en mano, varios estudiantes se acercaron para recibir una dedicatoria.
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