Un pedacito de Guatemala se va al espacio.
El lunes pasado los miembros de la Universidad del Valle de Guatemala nos reunimos muy temprano por la mañana para la transmisión del lanzamiento al espacio del “Sistema de Lanzamiento Espacial”, SLS, el cohete más poderoso en existencia. Este cohete y la cápsula Orión, acoplada al mismo, son piezas fundamentales de Artemis 1. Luego de casi cinco décadas, esta es la primera misión de la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio) de retorno a la Luna por parte del gobierno de los Estados Unidos de América. Este viaje sin pasajeros es el primero de una serie de misiones espaciales cada vez más complejas que harán posible la exploración de la Luna y Marte por parte de los humanos.
Lamentablemente, el lanzamiento de SLS fue pospuesto debido a algunas situaciones técnicas y se espera que pueda intentarse de nuevo mañana sábado, al filo del mediodía. El evento puede seguirse en vivo en el vínculo Artemis 1 viajará alrededor de la Luna entre cuatro y seis semanas, más tiempo del que cualquier nave tripulada lo haya hecho sin acoplarse. Luego volverá a la Tierra más rápido y con más calor que todas las naves anteriores. El principal objetivo de esta misión es exponer el escudo térmico de Orión a las condiciones de recuperación lunar. Se busca verificar la solvencia del vuelo del cohete y de la cápsula durante la misión y recuperar a Orión tras su amerizaje, para luego revisarla a fondo. A su regreso, la cápsula viajará a una enorme velocidad y experimentará temperaturas extremas. Todo ello representa un gran desafío tecnológico.
Aprovechando la misión, se realizarán algunos experimentos, que tendrán la oportunidad única de “orbitar la luna”. Uno de ellos es el de Genómica de la Radiación en el Espacio Profundo (DSRG), que dirige el científico guatemalteco Luis Zea y que cuenta con la participación de científicos, ingenieros y estudiantes de dos agencias espaciales (NASA y el Centro Aeroespacial Alemán), cuatro universidades (Universidad de Columbia Británica, Universidad de Colorado-Boulder, Instituto de Tecnología de Georgia y Universidad del Valle de Guatemala) y dos centros de investigación (Sequencing and Bioinformatics Consortium y BioServe Space Technologies). Este experimento servirá para estudiar el efecto de la radiación cósmica en el ADN humano en esa región del espacio, para lo cual se usará levadura, la cual se asemeja en un 70% al ADN humano. Ayudará a evaluar el impacto que podría tener la radiación cósmica en los astronautas en viajes prolongados al espacio.
Cinco estudiantes y dos docentes de ingeniería mecánica y mecánica industrial de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) fabricaron algunas de las piezas utilizadas en dicho experimento. Recientemente, la NASA resaltó el trabajo realizado por los jóvenes guatemaltecos que participan en esta misión, en el artículo “Artemis 1 llevará un pedacito de Guatemala a la órbita de la Luna” (https://go.nasa.gov/3e2PbwQ). Esta es la cuarta misión espacial en la que participan docentes y estudiantes de la UVG, luego de que entre 2014 y 2020 más de 100 jóvenes contribuyeron al desarrollo del Primer Satélite Guatemalteco, Quetzal 1. Actualmente, 17 estudiantes participan en el desarrollo de diversos proyectos en el Laboratorio Aeroespacial de UVG, dentro de los cuáles se encuentran un programa de biofilms en el espacio y el desarrollo del satélite CubeSat Quetzal-2 y tecnología para este tipo de satélites.
La participación en el experimento DSRG es un ejemplo del compromiso de UVG en formar agentes de cambio que impacten de forma positiva a través de la investigación, la ciencia y la tecnología, así como de su capacidad para ampliar el trabajo en el campo aeroespacial en Guatemala. ¡Gracias al talento e ingenio de estos jóvenes profesores y estudiantes pronto figuraremos entre los muy pocos privilegiados en formar parte de una misión a la Luna!
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