Por: Equipo de la Oficina de Transferencia Tecnológica (OTT)
El emprendimiento universitario representa una oportunidad única para transformar ideas innovadoras en soluciones reales con impacto social y económico. Tal es el caso de Biodelta, una de los tres start-ups de UVG hasta hoy. El equipo, conformado por cinco estudiantes, apostó desde sus primeros años de universidad por la creación de biocombustible a partir de biodiésel, con el objetivo de ofrecer una alternativa sostenible para el mercado guatemalteco.
Biodelta nació en el marco de una feria científica estudiantil. Lo que inició como un proyecto académico, pronto se convirtió en una propuesta con potencial de generar impacto en la industria energética del país. Motivados por este propósito, el equipo se integró a UVG-CREA, dentro de un programa extracurricular universitario de apoyo al emprendimiento, con el objetivo de fortalecer su idea y darle una dirección más clara.
Ruta de emprendimiento
El camino incluyó muchos aprendizajes y participación en varias iniciativas dentro y fuera de UVG. Su participación en el Hult Prize UVG significó el primer acercamiento a inversionistas y a la necesidad de comprender en mayor profundidad los modelos de negocio. A partir de ahí, el equipo comprendió que emprender exige más que entusiasmo: requiere preparación, acompañamiento y una visión estratégica.
Por lo anterior, Biodelta se incorporó a la primera cohorte del programa D-Risking, liderado por la Oficina de Transferencia Tecnológica (OTT). Su participación en este programa representó un punto de inflexión para Biodelta. A través de este proceso de acompañamiento estructurado con miras a preparar los emprendimientos para recibir capital, los emprendedores lograron presentar su proyecto frente a inversionistas con un enfoque más sólido y estructurado, marcando el momento en el que dejaron de ser únicamente un grupo de estudiantes para consolidarse como una empresa formal y un start-up UVG.
Retos y oportunidades
Entre los aprendizajes más valiosos obtenidos durante el programa de D-Risking destacan la importancia de la gobernanza corporativa, el diseño de una estructura interna clara y la distribución equitativa de responsabilidades según las fortalezas y debilidades de cada integrante. Además, el proceso reforzó la confianza del equipo en sí mismo, enseñándoles a dialogar con clientes y actores con mayor experiencia, y a asumir con paciencia los retos propios de introducir innovación en un mercado tradicional.
Biodelta se proyecta como pionero en la producción de biocombustibles en Guatemala, con miras a aprovechar el potencial del mercado regional. Actualmente, el equipo trabaja en la búsqueda de inversión extranjera y en el posicionamiento de una planta de producción, al tiempo que analiza la materia prima disponible y estudia los requerimientos de mercados internacionales de alto nivel, particularmente europeos.
Innovación en el sector
El interés por su propuesta crece a medida que más empresas buscan alternativas sostenibles para reemplazar el diésel en procesos industriales. En este sentido, Biodelta no solo representa una oportunidad de negocio, sino también una apuesta por la sostenibilidad y la innovación energética en el país.
El recorrido de Biodelta refleja el valor de combinar la formación académica con la práctica emprendedora. A través de CREA y OTT, este equipo de jóvenes ha demostrado que la curiosidad, acompañada de disciplina y visión, puede transformarse en un emprendimiento con potencial de generar cambios significativos en la sociedad.
Su lema, “Pioneros con propósito”, resume la esencia del proyecto: abrir camino en un sector poco explorado en Guatemala y demostrar que la innovación desde la universidad puede convertirse en motor de desarrollo y sostenibilidad.
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