Ahau-x: Tecnología aplicada al agro y el arte de enamorarse del problema

Ahau-x: Tecnología aplicada al agro y el arte de enamorarse del problema

Por: Equipo de la Oficina de Transferencia Tecnológica (OTT) 

En el mundo del emprendimiento universitario, hay ideas que nacen en una libreta, otras en un pitch improvisado… y algunas en una conversación casual que termina cambiando todo. Así comenzó la historia de Ahau-x, una empresa emergente UVG que está revolucionando la agricultura en Latinoamérica al aplicar inteligencia artificial, visión computarizada y análisis geoespacial en el cultivo de caña de azúcar. Este está liderado por Claudia Gómez y Esteban Rivas, estudiantes de Ingeniería de UVG Campus Sur, en Escuintla.

Todo comenzó por una serie de casualidades que los acercaron al mundo del agro y, en especial, a la caña de azúcar. “Desde el campo, fuimos entendiendo sus fortalezas y desafíos. Uno de los primeros fue la resiembra de caña: una práctica clave que identificamos también en otros países de la región. Sin embargo, para que realmente genere valor, es necesario contar con análisis precisos y oportunos”.

Equipo Ahau-X.

Lo que parecía un caso aislado pronto se reveló como un patrón repetido en otros países de la región y en ese momento, el equipo —formado por estudiantes universitarios con un fuerte componente técnico— decidió actuar. La motivación era clara: usar tecnología como medio para generar impacto real en la seguridad alimentaria y la eficiencia agrícola, dos áreas clave para el desarrollo sostenible de América Latina.

Así nació Kaax, una plataforma de visión computarizada sin necesidad de código, que pone en manos de los productores la capacidad de crear sus propios modelos, analizar imágenes de sus cultivos y tomar decisiones informadas. “Nuestra visión es clara: construir la red de conocimiento agrícola más grande del mundo, creada por y para los mismos productores”, expresan.

De la idea al modelo de negocio: el papel clave de la OTT

Transformar una solución tecnológica en una propuesta de valor sostenible no es tarea fácil. Por eso, la Oficina de Transferencia de Tecnología (OTT) de Universidad del Valle de Guatemala con el Programa D-Risking fue un pilar fundamental en el crecimiento de Ahau-x.

“D-Risking nos dio estructura, enfoque y red”, cuentan los fundadores. Durante el proceso de seis meses de D-Risking, Ahau-x alcanzo varios hitos importantes:

  • Depuró su propuesta de valor.
  • Aumentó el entendimiento de su segmento de clientes.
  • Fortaleció su pitch.
  • Validó sus hipótesis con más de 10 agroindustrias en distintos países.
  • Adaptó su MVP a necesidades concretas con un enfoque ágil.

“Aprendimos a prototipar rápido, a dejar ir ideas bonitas pero inservibles y a escuchar activamente”, recuerdan. Esta evolución fue determinante para atraer a sus primeros clientes y posicionarse como una propuesta viable, escalable y abrir puertas con actores relevantes del ecosistema agrícola y tecnológico, tanto a nivel nacional como regional.

Ing. Claudia Gómez

El ecosistema universitario como incubadora de impacto

Detrás del avance de Ahau-x también hay una red universitaria comprometida con el desarrollo emprendedor. Desde docentes que ofrecieron guía técnica hasta espacios físicos para trabajar en el proyecto, la universidad fue mucho más que un lugar de estudio: fue un verdadero laboratorio de innovación. Participaron en competencias como HULT Prize y fueron parte del Programa de mentorías UVG EMS Mentoring Serivces por medio de CREA.

Durante esta etapa, recibieron mentorías valiosas de empresarios y emprendedores quienes los orientaron en negociación en el agro B2B, redacción de propuestas, contratos y ventas de software, flujo de caja, escalabilidad del negocio y el balance entre la vida personal y laboral.

“Hemos aprendido muchísimo de personas que ya han recorrido el camino en sus negocios, enfrentando retos y logrando grandes cosas. Nos han demostrado que construir un negocio no es fácil, pero con enfoque y dedicación, todo es posible”.

La historia de Ahau-x es una muestra del potencial que se activa cuando el talento universitario se cruza con problemas reales y con instituciones dispuestas a apoyar. No se trata solo de crear empresas, sino de crear soluciones que respondan a desafíos colectivos.

El equipo también participó en iniciativas como Pomona Impact, donde fortalecieron su modelo de negocio, se conectaron con redes de inversión y compartieron experiencias con otros emprendedores de la región. Ese tipo de inmersión, con apoyo institucional, se convierte en una ventaja competitiva poderosa.

Una lección clave: el amor al problema

Cuando se les pregunta qué consejo darían a otros estudiantes que están considerando emprender, la respuesta es sencilla pero contundente: “No se enamoren de la solución, enamórense del problema. Las ideas cambian, los prototipos se ajustan, pero los problemas reales persisten. Si tu foco está en resolver algo que verdaderamente importa, vas a encontrar mil formas de generar valor.”

Y es justo ese enfoque el que ha guiado a Ahau-x desde su primer día: buscar problemas que valga la pena resolver y atreverse a construir en comunidad, con ciencia, tecnología y propósito.

Si deseas conocer más de Ahau-x, te invitamos a que vistes el sitio web acá o escribas a esta dirección de correo.

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Last modified: 18/07/2025

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